viernes, 18 de marzo de 2011

Tienda de marcas


Llevo en el alma tatuajes
Y en el cuerpo amaneceres
Inciertos y despiadados,
Que me marcaron apenas
Cuando llegaba la tarde.
Las estrellas que he guardado
Las conservo en la memoria,
Los desiertos que he ignorado
No los quiero revelar.
Los altares que he besado
No me perdonan la ausencia.
Me frecuentan las congojas
Del cielo de los profetas.
Soy torrente que desborda,
Soy agua que va de prisa.
Solitaria peregrina del ocaso
Que no conoce de exilios
Ni deslices pasajeros.
Detrás de los escenarios
Se recuestan los deseos,
Se revelan las pasiones
De los pecados ajenos.
Yo aguardo entre bambalinas
Que se destraben las puertas,
Que se abran las ventanas
Para encontrar la salida…
Que los almanaques
Han pronosticado
La fecha de egreso
De las tiranías.
Y entre las miserias
de la raza humana
Dejaré en la tierra
mi marca indeleble
De amor y poesía
                                   Ana María Daviou                                         

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